Cómo potenciar la inmunidad de nuestros niños

Cómo potenciar la inmunidad de nuestros niños

Cuando llega la temporada de frío, es lógico que los padres busquen fórmulas que ayuden a proteger a sus hijos de posibles resfriados, gripe y otros virus típicos del invierno. Las infecciones virales y enfermedades respiratorias están a la orden del día, en especial, en los más pequeños.

Hay ciertas recomendaciones que pueden ayudar a mantener su sistema inmune fuerte y sano contra estas amenazas. Entre ellas, se encuentran la práctica de ejercicio físico regular, buen descanso y alimentación equilibrada. Una correcta nutrición es indispensable en el desarrollo y mantenimiento del sistema inmune, y su respuesta ante las diversas enfermedades invernales.

Te contamos cuáles deberían ser los alimentos claves en la dieta de tus niños en esta época del año, por contener propiedades y micronutrientes que contribuyen en esta tarea:

1) Frutas y verduras ricas en vitamina C

Frutas como el kiwi, los cítricos y verduras como la coliflor, el pimiento rojo, el brócoli, las acelgas y las espinacas, tienen un alto contenido en vitamina C, un micronutriente caracterizado por potenciar nuestro sistema inmune, evitar resfriados y contribuir al alivio de sus síntomas.

2) Alimentos con vitaminas liposolubles (A, D y E)

Las vitaminas liposolubles (A, D y E) desempeñan un papel fundamental en el organismo, ya que ayudan a regular la respuesta inmunitaria, estimulando la producción de células indispensables para el correcto funcionamiento del sistema inmune, como los leucocitos o los anticuerpos.

Algunos de los alimentos ricos en vitamina A son los tomates, las zanahorias, los derivados lácteos o los mariscos.

En cuanto a la vitamina D, algunos de los alimentos que no deberían faltar en la dieta infantil son el salmón, los cereales enriquecidos, los productos lácteos y el huevo. Además, no debemos olvidar que una dosis regulada de luz solar es una fuente natural de obtención de esta vitamina.

Por su parte, la vitamina E la encontramos en la palta, el aceite de oliva o los frutos secos como las almendras o las avellanas, siempre molido o en cremas para prevenir que los niños se atraganten.

3) Alimentos con hierro

El déficit de hierro afecta a la correcta función del sistema inmune, y se relaciona con una mayor incidencia de enfermedades gastrointestinales y respiratorias. Por ello, es primordial incluir este micronutriente en la dieta de los niños y en las cantidades recomendadas por su pediatra, a través de alimentos como los pescados y mariscos, vegetales de hoja verde (espinacas, acelgas, etc.) carne y lácteos.

4) Alimentos con zinc, cobre y selenio

El zinc y el cobre son micronutrientes presentes en el organismo humano en concentraciones muy pequeñas, pero con un importantísimo papel en el mantenimiento de la salud, ya que ejercen multitud de efectos sobre las células inmunitarias. Los estudios han relacionado el déficit de estos micro elementos con un aumento de enfermedades respiratorias, digestivas y de la piel, así como con un incremento de las infecciones virales y bacterianas.

Por su parte, el selenio es esencial para mantener una respuesta inmunitaria correcta, y se ha demostrado que es un potente agente frente a algunas infecciones virales.

Las principales fuentes alimentarias de estos oligoelementos son los pescados, crustáceos y mariscos, las carnes rojas, los derivados lácteos, el huevo, los garbanzos y las lentejas. Entre los alimentos ricos en selenio se encuentran, principalmente, las nueces.

5) Miel

La miel es una gran fuente de energía, y un alimento con muchas propiedades nutricionales, pues es rico en vitaminas (C, B1, B2, B3, B5), ácido fólico, minerales (fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo, zinc, oro y plata).

Si bien, ofrecer miel a nuestros hijos no va a ayudarles a evitar resfriados en invierno, los estudios han demostrado que es un excelente tratamiento para aliviar la tos, síntoma frecuente en enfermedades relacionadas al invierno.

6) Yogurt natural y lácteos fermentados

Los lactobacilus que podemos encontrar en los yogures y en las leches fermentadas, nos ayudarán a reforzar la flora intestinal y las mucosas digestivas, haciendo que el cuerpo procese perfectamente todos los nutrientes esenciales para reforzar nuestras defensas. Hay que tener precaución con aquellos productos con azúcares añadidos, o que cuenten con sellos de advertencia nutricional.

7) Agua

El agua es la bebida más sana para mantener hidratado el organismo, y es importante que los niños consuman las cantidades diarias recomendadas. En verano es más frecuente su ingesta, pero en invierno sigue siendo igual de necesaria, además de un perfecto aliado para disolver la mucosidad y mantener hidratada la mucosa respiratoria, protegiéndola frente a las infecciones.

Manteniendo una correcta nutrición, completa y equilibrada, podemos mantener a nuestros niños saludables y fuertes frente al invierno.