Cómo prevenir el síndrome metabólico

Cómo prevenir el síndrome metabólico

El síndrome metabólico se define como un conjunto de factores de riesgo cardiovasculares, derivados de la resistencia insulínica y el tejido adiposo visceral. Puede incluir alteraciones en la regulación de la glicemia (azúcar en sangre), los lípidos, la obesidad abdominal y la hipertensión arterial. El síndrome metabólico duplica el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular (arteriopatía coronaria, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2).

Entre las causas de padecimiento de este síndrome influyen factores heredados, pero sobre todo el estilo de vida sedentario asociado a una dieta hipercalórica e inflamatoria. Las alteraciones se producen cuando la insulina no puede controlar el exceso de glucosa en la sangre.

Cambiar el estilo de vida y adoptar una serie de hábitos sanos y equilibrados son claves para perder el exceso de peso, controlar la presión arterial y la hiperglicemia y mejorar la resistencia a la insulina. El Dr. Cristian Carrasco, médico cirujano de la Universidad de Antofagasta y diplomado en medicina biorreguladora de la Universidad Mayor, nos cuenta sobre cómo podemos prevenir esta afección:

- La calidad del sueño es fundamental para mantener una buena salud metabólica y prevenir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Los estudios muestran que dormir menos de 6 horas se asocia a un incremento de la circunferencia de cintura. La presencia de este tejido adiposo abdominal se asocia a un aumento del riesgo cardiovascular.

La privación del sueño también afecta negativamente el equilibrio de nuestras hormonas, generando un aumento del cortisol, que es la hormona del estrés, lo cual puede conducir a un aumento de la grasa corporal, síntomas ansiosos, aumento del apetito y un mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y/o diabetes tipo 2.

- Para prevenir el síndrome metabólico también se recomienda preferir el consumo de alimentos naturales sin procesar. Esto incluye proteínas de origen animal y vegetal, verduras y frutas de bajo índice glicémico, grasas saludables como las que se encuentran en la palta, aceite de oliva, aceite de coco, frutos secos, semillas y pescados grasos. De éstas las más importantes son los ácidos grasos omega 3, ya que nos ayudan a disminuir la inflamación. Estas grasas son esenciales, es decir, nuestro organismo no las produce y necesitamos obtenerlas de los alimentos. Las fuentes principales son los pescados grasos como el salmón, mariscos, algas, semillas como la chía y linaza, aunque también podemos obtenerlas a través de la suplementación.

A su vez se debe evitar el consumo de alimentos procesados, ya que pueden alterar negativamente la flora intestinal y promover niveles elevados de insulina, lo cual está directamente relacionado con el desarrollo de síndrome metabólico. Dentro de los alimentos procesados a evitar se encuentran el azúcar, harinas blancas, aceites vegetales hidrogenados, aditivos alimentarios y edulcorantes artificiales.

- La exposición a toxinas ambientales también se asocia al desarrollo de síndrome metabólico. Es fundamental favorecer la detoxificación natural del organismo para mejorar la salud metabólica. Para esto necesitamos aumentar el consumo de nutrientes y antioxidantes que estimulan la detoxificación hepática, los cuales se encuentran en alimentos como el caldo de huesos, las crucíferas (coliflor, brócoli, repollo, etc.), hojas verdes (espinacas, acelgas, etc.), la alcachofa y plantas medicinales. Además, podemos apoyar la detoxificación mediante el uso de algunos medicamentos biorreguladores que estimulan el proceso, explica el Dr. Carrasco.

- Para revertir las alteraciones del síndrome metabólico se recomienda una alimentación sin alimentos procesados y reducida en hidratos de carbono, ya que los estudios muestran que la restricción de carbohidratos favorece la pérdida de grasa abdominal, disminución de la presión arterial, disminución de los triglicéridos, aumento del HDL ("colesterol bueno") y la regulación de los niveles de azúcar en sangre. También se recomienda hacer ejercicio de forma periódica y disminuir la ingesta de sal refinada.

Es muy importante poner atención a nuestro organismo y tomar medidas ante el síndrome metabólico para prevenir posibles enfermedades cardiovasculares y diabetes. Cuidarnos depende de nosotros.